Capoeira es Defensa, Ataque, Ginga Corporal y Malicia
Como afirmó Annibal Burlamaqui, conocido como “Zuma”, un eximio capoeirista de la década de los años 20 del siglo XX:
En Brasil ya se practican, es posible afirmar, todos los deportes: tenemos campeonato de remo, natación, foot-ball, basket-ball, box, lucha romana, tenis, atle- tismo en general, etc. Actualmente incluso el polo y golf ya son disputados en nuestra tierra. Sin em- bargo, es de lamentar que, hasta hoy, nada se haya llevado a cabo en pro del deporte nacional. Siempre se piensa en un arte nacional, brasileño, en la músi- ca brasileña. Incluso en la política brasileña.
Zuma fue un importante inventor de esta nueva capoeira carioca y afirmó que varios golpes fueron extraídos de los “batuques” y “sambas”, como en el caso del “baú”. Se trata de un golpe dado en el adversario con la barriga, siendo similar a los movimientos del “samba de ombligada”. El “baú” tam- bién era usado durante los “batuques lisos”, segundo Zuma, los más delicados. El “rapa” habría sido un golpe usado en los “batuques pesados”. Él también explica los golpes de “en- gaño”, que servían solamente para burlar al adversario.
Zuma también se refirió a algunas reglas, ejercicios y en- trenamientos para la enseñanza de la práctica de la capoeira:
“Primeramente pensé en un campo de lucha donde, con es- pacio suficiente, se pudiese realizar la gimnasia brasileña”. (2) Partido es lo mismo que cuadrilla de capoeiristas. Los locales de referencia eran las antiguas feligresías (barrios) de Rio de Janeiro. Page 4 ,, 58
Al mismo tiempo en que los practicantes en Rio de Janeiro proyectaban una capoeira vinculada con las artes marciales, los practicantes bahianos, que no obtuvieron gran visibilidad histórica en el siglo XIX, se destacaron con dos proyectos de capoeira diferentes: la capoeira angola y la capoeira regional. Mestre Pastinha y Mestre Bimba fueron los dos practicantes más importantes
de estos estilos o modelos de capoeira. El campo de lucha, idealizado por Zuma, era formado
por un círculo, dibujando en su interior la letra “Z”. Para las competencias, habría un juez que controlaba el tiempo de juego y los movimientos de los jugadores. El tiempo de lucha era de una hora como máximo, dividida en enfrentamientos de 3 minutos, con descansos de 2 minutos. En cada interva- lo debería haber una presentación de los luchadores en el medio del círculo, como una forma de control del juego por parte del juez. En caso de empate, había media hora más de
tiempo con intervalos mayores para descanso. En el caso de que el juego continuase empatado, el juez pasaba a la etapa de la “muerte”, cuando los jugadores luchaban hasta caer, sin intervalo para descanso. Los embates eran realizados en campos de fútbol.
A pesar de la fuerte represión contra los capoeiras desde el inicio del siglo XIX hasta su tipificación como crimen en 1890, la resistencia fue mayor y su práctica fue reinventada a partir de los años 20 del siglo XX. Sus practicantes la con- sagraron como símbolo nacional, construyendo identidades vinculadas con el deporte, la danza, la música y las artes mar- ciales, principalmente. La práctica de la capoeira en la Bahía del siglo XIX no su- frió una fuerte represión, como en Rio de Janeiro. La policía bahiana no procesó a nadie por el artículo 402 del código penal de 1890. Sin embargo, hubo varios arrestos de capo- eiristas bahianos al comienzo del siglo XX. Los motivos de los procesos eran agresiones físicas (artículo 303 del código penal de 1890). Los capoeiras bahianos también siguieron el modelo de organización de las cuadrillas cariocas, es decir, una organización cuya referencia principal eran los barrios de la ciudad de Salvador. Los capoeiras bahianos se volvieron famosos y permane- cieron en la memoria colectiva de los practicantes de la actu- alidad con mayor énfasis que los practicantes cariocas. Aquí mencionamos a apenas algunos de los principales nombres de la época: Pedro Mineiro, Antonio Boca de Porco, Bemenol, Chico Três Pedaços, Feliciano Bigode de Seda y Besouro Man-
gangá, este último el más famoso de todos. Un rasgo común de todos los practicantes de la capoeira en Brasil fue adquirir un apodo, costumbre que perdura hasta los días de hoy.
Al mismo tiempo en que los practicantes en Rio de Janeiro proyectaban una capoeira vinculada con las artes marciales, los practicantes bahianos, que no obtuvieron gran visibilidad histórica en el siglo XIX, se destacaron con dos proyectos de capoeira diferentes: la capoeira angola y
la capoeira regional. Mestre Pastinha y Mestre Bimba fue- ron los dos practicantes más importantes de estos estilos o modelos de capoeira. La capoeira regional y la capoeira angola presentan la misma estructura, siendo semejantes desde el entrenamiento en serie hasta en la utilización de indumentarias. Sus diferencias fundamentales están en el estilo del juego y en la musicalidad.
La capoeira angola aparece en Bahía en los años 20, principalmente con el grupo de Querido de Deus, un capoeirista (continua abajo)
En Brasil ya se practican, es posible afirmar, todos los deportes: tenemos campeonato de remo, natación, foot-ball, basket-ball, box, lucha romana, tenis, atle- tismo en general, etc. Actualmente incluso el polo y golf ya son disputados en nuestra tierra. Sin em- bargo, es de lamentar que, hasta hoy, nada se haya llevado a cabo en pro del deporte nacional. Siempre se piensa en un arte nacional, brasileño, en la músi- ca brasileña. Incluso en la política brasileña.
Zuma fue un importante inventor de esta nueva capoeira carioca y afirmó que varios golpes fueron extraídos de los “batuques” y “sambas”, como en el caso del “baú”. Se trata de un golpe dado en el adversario con la barriga, siendo similar a los movimientos del “samba de ombligada”. El “baú” tam- bién era usado durante los “batuques lisos”, segundo Zuma, los más delicados. El “rapa” habría sido un golpe usado en los “batuques pesados”. Él también explica los golpes de “en- gaño”, que servían solamente para burlar al adversario.
Zuma también se refirió a algunas reglas, ejercicios y en- trenamientos para la enseñanza de la práctica de la capoeira:
“Primeramente pensé en un campo de lucha donde, con es- pacio suficiente, se pudiese realizar la gimnasia brasileña”. (2) Partido es lo mismo que cuadrilla de capoeiristas. Los locales de referencia eran las antiguas feligresías (barrios) de Rio de Janeiro. Page 4 ,, 58
Al mismo tiempo en que los practicantes en Rio de Janeiro proyectaban una capoeira vinculada con las artes marciales, los practicantes bahianos, que no obtuvieron gran visibilidad histórica en el siglo XIX, se destacaron con dos proyectos de capoeira diferentes: la capoeira angola y la capoeira regional. Mestre Pastinha y Mestre Bimba fueron los dos practicantes más importantes
de estos estilos o modelos de capoeira. El campo de lucha, idealizado por Zuma, era formado
por un círculo, dibujando en su interior la letra “Z”. Para las competencias, habría un juez que controlaba el tiempo de juego y los movimientos de los jugadores. El tiempo de lucha era de una hora como máximo, dividida en enfrentamientos de 3 minutos, con descansos de 2 minutos. En cada interva- lo debería haber una presentación de los luchadores en el medio del círculo, como una forma de control del juego por parte del juez. En caso de empate, había media hora más de
tiempo con intervalos mayores para descanso. En el caso de que el juego continuase empatado, el juez pasaba a la etapa de la “muerte”, cuando los jugadores luchaban hasta caer, sin intervalo para descanso. Los embates eran realizados en campos de fútbol.
A pesar de la fuerte represión contra los capoeiras desde el inicio del siglo XIX hasta su tipificación como crimen en 1890, la resistencia fue mayor y su práctica fue reinventada a partir de los años 20 del siglo XX. Sus practicantes la con- sagraron como símbolo nacional, construyendo identidades vinculadas con el deporte, la danza, la música y las artes mar- ciales, principalmente. La práctica de la capoeira en la Bahía del siglo XIX no su- frió una fuerte represión, como en Rio de Janeiro. La policía bahiana no procesó a nadie por el artículo 402 del código penal de 1890. Sin embargo, hubo varios arrestos de capo- eiristas bahianos al comienzo del siglo XX. Los motivos de los procesos eran agresiones físicas (artículo 303 del código penal de 1890). Los capoeiras bahianos también siguieron el modelo de organización de las cuadrillas cariocas, es decir, una organización cuya referencia principal eran los barrios de la ciudad de Salvador. Los capoeiras bahianos se volvieron famosos y permane- cieron en la memoria colectiva de los practicantes de la actu- alidad con mayor énfasis que los practicantes cariocas. Aquí mencionamos a apenas algunos de los principales nombres de la época: Pedro Mineiro, Antonio Boca de Porco, Bemenol, Chico Três Pedaços, Feliciano Bigode de Seda y Besouro Man-
gangá, este último el más famoso de todos. Un rasgo común de todos los practicantes de la capoeira en Brasil fue adquirir un apodo, costumbre que perdura hasta los días de hoy.
Al mismo tiempo en que los practicantes en Rio de Janeiro proyectaban una capoeira vinculada con las artes marciales, los practicantes bahianos, que no obtuvieron gran visibilidad histórica en el siglo XIX, se destacaron con dos proyectos de capoeira diferentes: la capoeira angola y
la capoeira regional. Mestre Pastinha y Mestre Bimba fue- ron los dos practicantes más importantes de estos estilos o modelos de capoeira. La capoeira regional y la capoeira angola presentan la misma estructura, siendo semejantes desde el entrenamiento en serie hasta en la utilización de indumentarias. Sus diferencias fundamentales están en el estilo del juego y en la musicalidad.
La capoeira angola aparece en Bahía en los años 20, principalmente con el grupo de Querido de Deus, un capoeirista (continua abajo)
Capoeira es Defensa, Ataque, Ginga Corporal y Malicia Ministerio de Relaciones Exteriores Revista Textos de Brasil Page 5 59 Antonio Liberac Cardoso Simões Pires. Doctor en Historia Social por la Unicamp Prof. Dr. Adjunto de la Uni- versidad Federal del Recóncavo de Bahia. Obras publicadas:
“Bimba, Pastinha e Besouro de Mangangá, Três Persona- gens da Capoeira Baiana”. Tocantins/Goaiania, UFT/Grafset, 2001. “A capoeira na Bahia de Todos os Santos”. Tocantins,
UFT/Grafset, 2004. (org). “Sociabilidades Negras”, Belo Ho- rizonte, Ministerio de Educación, Daliana, 2006 Este artículo está basado en la obra del autor intitulada:
Movimentos da cultura afro-brasileira, Campinas, tesis de doctorado, Departamento de Historia, Unicamp, 2001.
..............(continuación)estibador en la Dársena de Oro de la vieja Bahía. Pero fue Mestre Pastinha quien sistematizó a la capoeira angola en sus reglas rituales, toques y ritmos de varias bellezas y unifor- mizó a los practicantes, dando un carácter también depor- tivo a la práctica cultural. Para Mestre Pastinha, la capoeira angola era parte de la cultura nacional brasileña. Hubo una gran diversidad de practicantes de la capoeira angola, como el Mestre Valdemar da Paixão, Mestre Noronha, Mestre Tibúr- cio, Mestre Canjiquinha, Mestre Caiçara, Mestre João Peque- no y Mestre João Grande, entre muchos otros. Mestre Bimba, por otro lado, diversificó los golpes y ritmos, dando énfasis a los cantos y al reglamento de los instrumentos musicales en apenas dos panderos y un berimbau. Invenciones que se volvieron hegemónicas en todo Brasil.
La capoeira regional, a través de sus practicantes bahianos, rápidamente migró a todo Brasil. Es raro encontrar un municipio de Brasil donde no haya practicantes de la capo- eira, a no ser en áreas rurales extremadamente lejanas. Los practicantes de la capoeira angola acompañaron ese mismo movimiento de expansión de la capoeira regional algunas décadas después. Pero, cuando lo hicieron, dieron un nuevo impulso al proceso de cristalización de la capoeira como cul- tura global. Actualmente, la capoeira es practicada en todos los continentes y, es cada vez más una importante práctica cultural y símbolo de nacionalidad.
En efecto, las miradas discriminatorias de la sociedad y de sus instituciones policiales sobre la capoeira pierden in- tensidad con el pasar del tiempo. En 1937, la capoeira fue liberada, porque ya se encontraba en otro nivel de los valores sociales. La cultura negra conquistaba importancia en el pro- ceso de transformación de los símbolos étnicos en símbolos nacionales y Brasil presentaba la capoeira al mundo con uno de sus tesoros más preciosos y como fruto de un proceso de sincretismo en el cual los aportes de las diversas etnias africanas, europeas e indígenas se convierten en una misma cosa, es decir, en la capoeira, una peculiaridad brasileña.
“Bimba, Pastinha e Besouro de Mangangá, Três Persona- gens da Capoeira Baiana”. Tocantins/Goaiania, UFT/Grafset, 2001. “A capoeira na Bahia de Todos os Santos”. Tocantins,
UFT/Grafset, 2004. (org). “Sociabilidades Negras”, Belo Ho- rizonte, Ministerio de Educación, Daliana, 2006 Este artículo está basado en la obra del autor intitulada:
Movimentos da cultura afro-brasileira, Campinas, tesis de doctorado, Departamento de Historia, Unicamp, 2001.
..............(continuación)estibador en la Dársena de Oro de la vieja Bahía. Pero fue Mestre Pastinha quien sistematizó a la capoeira angola en sus reglas rituales, toques y ritmos de varias bellezas y unifor- mizó a los practicantes, dando un carácter también depor- tivo a la práctica cultural. Para Mestre Pastinha, la capoeira angola era parte de la cultura nacional brasileña. Hubo una gran diversidad de practicantes de la capoeira angola, como el Mestre Valdemar da Paixão, Mestre Noronha, Mestre Tibúr- cio, Mestre Canjiquinha, Mestre Caiçara, Mestre João Peque- no y Mestre João Grande, entre muchos otros. Mestre Bimba, por otro lado, diversificó los golpes y ritmos, dando énfasis a los cantos y al reglamento de los instrumentos musicales en apenas dos panderos y un berimbau. Invenciones que se volvieron hegemónicas en todo Brasil.
La capoeira regional, a través de sus practicantes bahianos, rápidamente migró a todo Brasil. Es raro encontrar un municipio de Brasil donde no haya practicantes de la capo- eira, a no ser en áreas rurales extremadamente lejanas. Los practicantes de la capoeira angola acompañaron ese mismo movimiento de expansión de la capoeira regional algunas décadas después. Pero, cuando lo hicieron, dieron un nuevo impulso al proceso de cristalización de la capoeira como cul- tura global. Actualmente, la capoeira es practicada en todos los continentes y, es cada vez más una importante práctica cultural y símbolo de nacionalidad.
En efecto, las miradas discriminatorias de la sociedad y de sus instituciones policiales sobre la capoeira pierden in- tensidad con el pasar del tiempo. En 1937, la capoeira fue liberada, porque ya se encontraba en otro nivel de los valores sociales. La cultura negra conquistaba importancia en el pro- ceso de transformación de los símbolos étnicos en símbolos nacionales y Brasil presentaba la capoeira al mundo con uno de sus tesoros más preciosos y como fruto de un proceso de sincretismo en el cual los aportes de las diversas etnias africanas, europeas e indígenas se convierten en una misma cosa, es decir, en la capoeira, una peculiaridad brasileña.
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