El Caribe holandés en la época de la esclavitud
Wim Klooster & Gert Ööstindie Universidad de Leiden y Real Instituto de Lingüística y Antropología, Leiden. Holanda
Descripción de las líneas claves de la historia del Caribe holandés hasta la abolición de la esclavitud (1863). Se organiza con un doble criterio cronológico v geográfico (Antillas Sotaventas y Barloventos), desarrollando los tenias desde una perspectiva caribeña y latinoamericana más amplia. Incluye bibliografía y fuentes documentales al final de cada sección, destacando la relevancia de las existentes en Holanda v sus antiguas colonias.
Introducción
La relevancia de Holanda en la historia latinoamericana es limitada. Sólo en un período los holandeses desempeñaron un papel crucial cuando, entre 1630 y 1654, ocuparon el nordeste de Brasil. La breve aventura brasileña tuvo consecuencias enormes. Con la conquista de la parte
noreste de Brasil los holandeses se vieron involucrados en el sistema atlántico del comercio de esclavos y de la producción de plantación. El abastecimiento de las plantaciones brasileñas con esclavos les llevó a las costas africanas, donde sus factorías comerciales permanecerían hasta bien entrado el siglo XIX. El comercio de esclavos ganó importancia con gran rapidez. En el período brasileño, los holandeses y los zelandeses fueron incluso los mayores comerciantes transatlánticos de esclavos durante un breve período de tiempo. Además los empresarios holandeses ayudaron a exportar la plantación azucarera al Caribe. Mediante créditos holandeses, llevaron la tecnología de la producción azucarera y los primeros contingentes de esclavos a la isla inglesa de Barbados. Mientras el sector de las plantaciones del Caribe español, que ya databa de poco después de 1500, languidecía, las plantaciones azucareras de Barbados se convirtieron en el modelo que daría una nueva imagen a la parte no española del Caribe en pocas generaciones. A los holandeses les corresponde el honor cuestionable de haber puesto en marcha esa "revolución
de plantaciones".
Debido a la pérdida de Brasil, el punto de enfoque de la América holandesa se desplazó posteriormente al Caribe. Al igual que la ocupación de Brasil, la llegada de los holandeses a esta zona estuvo relacionada con la Guerra de los Ochenta Años contra España (1568-1648). El Caribe pasó a ser un nuevo frente, los rebeldes terminaron con el monopolio español y combinaron los combates navales con la rapiña y con una expansión territorial discreta. En este archipiélago la presencia de Holanda se ha mantenido hasta hoy en día, siempre como pequeña
potencia.
Desde mediados del siglo XVII, el reino americano holandés estaba compuesto por seis islas minúsculas en las Antillas y cuatro colonias en la costa norte de Sudamérica conocida como la "Costa Salvaje". Curaçao no sirvió para la agricultura de plantación, sin embargo prestaría buenos servicios como centro del comercio (de contrabando) y como depósito de esclavos; las demás islas de las Antillas tuvieron una relevancia limitada, salvo algún episodio excepcional. De las cuatro colonias de la Costa Salvaje, Suriname se convirtió en unas décadas en una colonia
de plantación prometedora. Sin embargo las otras tres Guayanas —Berbice, Demerara y Essequibo— sólo se desarrollaron tras las guerras napoleónicas, cuando pasaron de manos holandesas a manos inglesas.
.....................la población surinamesa casi no estaba arraigada a Holanda. Dentro de la pequeña parte de la población blanca, el mayor contingente estaba formado por judíos sefardíes procedentes de la Península Ibérica y de Brasil, seguidos por los judíos askenazíes, los holan-
deses y los zelandeses; además había, entre otros, hugonotes franceses, ingleses, escoceses y alemanes. Los propietarios holandeses de plantaciones con más éxito fueron atrapados por lo que un gobernador del siglo XVIII criticó como el animus revertendi, el deseo de volver lo antes po-
sible a la 'patria'. También los propietarios menos ricos siguieron este ejemplo. A finales del siglo XVIII la mayoría de los propietarios de plantaciones vivían en Holanda. El grado de absentismo también comparativamente alto acarreó graves problemas con respecto a la gestión de las
plantaciones.
La mayor parte de la población surinamesa tenía raíces africanas. Entre 1667 y los años 20 del siglo XIX, se importaron 210.000 esclavos aproximadamente. La población total surinamesa ascendió de unos 10.000 habitantes hacia el año 1700 a 70.000 en 1770; después esta cantidad
descendió progresivamente como consecuencia de la disminución y de la posterior finalización del comercio de esclavos. En 1863, en tiempos de la abolición de la esclavitud, vivían en la colonia 63.000 personas aproximadamente. En el siglo XVIII los esclavos constituían más del 90% de
la población, cantidad que sin embargo disminuyó hasta menos del 65% en 1863. La gran mayoría de los esclavos vivía en las plantaciones; los esclavos urbanos formaban una pequeña minoría. Hasta el siglo XIX, la manumisión no tuvo gran importancia cuantitativamente. Además de los esclavos, dueños y el grupo de mulatos libres que iba creciendo poco a poco, al margen del mundo colonial vivían también varios miles de indios y cimarrones. Se estimó que hacia 1750 estos últimos eran 3.000 y en la Emancipación habían ascendido a 8.000. Por consiguiente el porcentaje de cimarrones fue muy alto según los criterios caribeños y latinoamericanos.
La pequeña ciudad de Paramaribo funcionaba como centro administrativo, lugar de residencia para la élite, los negros y los mulatos libres, y como punto de intersección en las relaciones entre la colonia y la madre patria. Así, poco a poco, surgió en Paramaribo una población mezclada en lo que se refiere a raza y cultura, que en su diversidad contrastó con la población dividida en las plantaciones por la 'segregación' racial.
Hacia 1790 vivían en la ciudad 9.600 personas aproximadamente, cantidad que se duplica ampliamente en el momento de la abolición de la esclavitud. La proporción de afro-surinameses era considerable dentro de esta población urbana, ya que además de los mulatos libres, también vivían en Paramaribo esclavos domésticos y artesanales. Una pequeña parte de esta población de color supo hacer fortuna; sin embargo se les siguió denegando el acceso a la administración colonial hasta bien entrado el siglo XIX.
............... Suriname tuvo que producir de forma mucho más eficiente que sus rivales. A largo pla-
zo no pudo soportarlo. La consecuencia fue una dependencia creciente y finalmente asfixiante de los créditos concedidos por la madre patria. En un principio se concedieron créditos con demasiada facilidad, bajo unas condiciones que después las plantaciones no pudieron cumplir. Cada vez con más frecuencia había plantaciones que quebraban, generalmente a costa de sus propietarios repatriados y prestamistas en Holanda. Finalmente esto tomó formas dramáticas; de ahí que se produjera una crisis financiera en el último cuarto del siglo XVIII y que se agotara durante mucho tiempo la afluencia de capitales a Suriname.
..................... Finalmente la abolición de la esclavitud daría el golpe de gracia al sector de plantación, a pesar de que acto seguido tuvo lugar una historia de trabajo asiático bajo contrato.
Bajo fuerte presión inglesa se abolió el comercio de esclavos en 1814. Sin embargo, con la abolición de la esclavitud, en 1863, Holanda iba muy por detrás de Inglaterra (1834) y Francia (1848) y sólo un poco por delante de otra potencia caribeña, España (1873, 1886). Esta última fecha refleja no tanto la importancia decisiva de la esclavitud para Holanda, sino sobre todo la falta de interés por las indias Occidentales. Sólo hacia 1850 el Parlamento holandés habló seriamente sobre la emancipación. . La indemnización de los propietarios de esclavos expropiados se saldó con los beneficios de las Indias Orientales que aumentaron rápidamente. Así los javaneses financiaron la liberación colectiva de los esclavos surinameses. I8 La esclavitud surinamesa tenía fama de ser excepcionalmente severa. I9 En parte esta reputación sólo reflejaba malentendidos y una 'agenda escondida1, pero asimismo reflejaba una realidad efectivamente inconcebible. Los patrones demográficos de la población de esclavos eran, también comparativamente, desfavorables. El crecimiento demográfico anual fue hasta 1750 del -5% aproximadamente; después se habló ciertamente de una mejora, pero el crecimiento siguió siendo negativo hasta la abolición de la esclavitud. La mejora se puede atribuir en parte a una presión de trabajo menos extrema y en parte —y probablemente más— al factor de la criollización. Además los patrones demográficos cambiaban mucho según el producto que se cultivara en la plantación; las exigencias tecnológicas correspondientes determinaban en gran medida la dureza del régimen de trabajo.
http://keur.knaw.nl/16424/1/16424.pdf.
otras citas:
( 4 ) Durante el periodo 1890-1939 llegaron a Surinam bajo contrato, 33.012 javaneses; y entre 1930-1939, unas 653 familias como inmigrantes libres. Salieron de Batavia, Marangay y Surabaja, pero la mayor parte procedía del centro de la isla, con una fuerte tendencia a la producción colectivista. Fueron repatriados 8.441, de manera que el remanente en 1947 era de 24.571 (PANDAY, 1959).
(7)A Surinam llegaron, en 1873, los primeros tres barcos procedentes de Calcuta con un total de 1.310 coolíes; el último cargamento, con 304, llegó en 1916; durante esos 43 años, 34.024 hindúes vinieron con contratos de 5 años, pero con las repatriaciones quedaron asentados firmemente 22.334. Casi toda la producción agricola está en manos de orientales (PANDAY, 1959). Tomará tiempo para que se verifique la integración y asimilación de más de media docena de etnias que conviven en antiguas posesiones inglesas, holandesas y francesas de Guayanas y Trinidad. Cuando estas notas se escriben, en 1992, un descendiente de hindúes acaba de ser elegido primer ministro en Surinam.
http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/equinoccial_8_trabajo/capitu30.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario