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Durante generaciones, la práctica musical del taliraai ha permitido a los miembros de la cultura wayuu la internalización y el reforzamiento de contenidos de gran significación en su cultura, así como la actualización de importantes prácticas ligadas al ámbito de las relaciones de parentesco. La ejecución y la práctica ritual de este instrumento parece cumplir un papel vital para la continuidad de la transmisión y el afianzamiento de la sociedad y la cultura, así como también de conductas de carácter mítico y ritual; a su vez, estas prácticas parecen propiciar el establecimiento fortalecimiento de las alianzas y las relaciones de parentesco. La ejecución del taliraai parte de la tradición oral y musical wayúu como un todo. La construcción, ejecución y las tradiciones ligadas a este instrumento han constituido una práctica restringida y perpetuada a través de la línea varón wayúu, es decir, constituyendo una cadena de transmisión que involucra a los varones del grupo vinculados por vía uterina: abuelos, tíos, nietos y sobrinos, en una especie de relevo generacional, focalizado en el principio hembra (López-Sanz, 1993).
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